La decisión es de cada uno. Si te quieres volver arquitecto, profesor, empresario, doctor, la decisión la tiene que tomar uno mismo. Talvez alla algunos que no lo hayan decidido aún y no hay razón por la cuál se tienen que mortificar. No estamos en la edad de tomar decisiones difíciles. Estamos el la edad de equivocarnos. Si hubiéramos elegido la profesión que queríamos ser de pequeños, sería un mundo de fantasías. Por que a los cuatro: queríamos ser astronautas, bomberos o en mi caso, princesa. A los nueve: queríamos ser Cantantes, doctores o en mi caso, bailarina. A los catorce: queríamos ser chefs, arquitectos o en mi caso, modelo. Y ahora nos preguntan que queremos ser y algunos lo responden inteligentemente, otros no tano y otros ni siquiera lo hacen, pero no es algo malo. Estamos en la edad de desobedecer a nuestros padre, ir a fiestas y enamorarnos, mucho. Pero, la decisión, la vamos a tomar en algún momento. Talvez no sea ahora o talvez ya la tomamos, pero algo que siempre vamos a saber y recordar, es que parte de nuestra vida se queda aquí. Con todos los que nos han ayudado en convertirnos en lo que somos ahora.