Digamos que siempre tuve una vida lo suficientemente calma como para aburrirme hasta límites insospechados. Lo cual no quiere decir que haya tenido una vida perfecta. Muy por el contrario: creo que tanto aburrimiento y tanto "no pasa naranja" me llevaron a angustiarme por la nada misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario